Bodegas Enrique Mendoza nace como empresa en el año 1989, aunque el proyecto fue ideado diez años antes.

La inquietud de Enrique Mendoza le llevó a comprar, coleccionar e invertir en vino de otras bodegas como aficionado.

Más tarde, decidió plantar 2.000 plantas para continuar la tradición de la Marina Baixa de producir vino para consumo familiar. Esas plantaciones, 25 años después, se han transformado en dos bodegas.

La bodega de Alfaz del Pí, cuenta con 4,5 hectáreas propias de Moscatel de Alejandría. En la sala de crianza disponen de 1.400 barricas del mejor roble francés y americano, y desde allí, se embotellan y se posicionan sus vinos en los mercados nacionales e internacionales.

Por otro lado, su otra bodega, ubicada en la "Finca Chaconero" en Villena, está dotaca de la mejor tecnología e instalaciones para fermentar las uvas procedentes de sus 80 hectáreas de Chardonnay, Cabernet sauvignon, Merlot, Pinot noir, Petit verdot, Syrah y Monastrell.

Las variedades son cultivadas sin herbicidas ni insecticidas, alimentadas sólo con compost. En el viñedo se utilizan técnicas como la dendrometría o viticultura de precisión para conocer, a través de sensores, el estrés hídrico de la planta y producir así uvas más frescas, concentradas y de mayor calidad.

Bodegas Enrique Mendoza nace como empresa en el año 1989, aunque el proyecto fue ideado diez años antes.

La inquietud de Enrique Mendoza le llevó a comprar, coleccionar e invertir en vino de otras bodegas como aficionado.

Más tarde, decidió plantar 2.000 plantas para continuar la tradición de la Marina Baixa de producir vino para consumo familiar. Esas plantaciones, 25 años después, se han transformado en dos bodegas.

La bodega de Alfaz del Pí, cuenta con 4,5 hectáreas propias de Moscatel de Alejandría. En la sala de crianza disponen de 1.400 barricas del mejor roble francés y americano, y desde allí, se embotellan y se posicionan sus vinos en los mercados nacionales e internacionales.

Por otro lado, su otra bodega, ubicada en la "Finca Chaconero" en Villena, está dotaca de la mejor tecnología e instalaciones para fermentar las uvas procedentes de sus 80 hectáreas de Chardonnay, Cabernet sauvignon, Merlot, Pinot noir, Petit verdot, Syrah y Monastrell.

Las variedades son cultivadas sin herbicidas ni insecticidas, alimentadas sólo con compost. En el viñedo se utilizan técnicas como la dendrometría o viticultura de precisión para conocer, a través de sensores, el estrés hídrico de la planta y producir así uvas más frescas, concentradas y de mayor calidad.